Para el momento que recibí mi título de abogado, se podían contar con los dedos de las manos las universidades que impartían ésta carrera, la mayoría estaba en Caracas, en la actualidad, no solo se imparte a lo largo y ancho del país, sino que, los centros de postgrado son el brazo derecho de toda universidad. Cuanto me gustaría decir, que por cuanto hay más abogados hay más justicia en mi país, pero por ahora no es así.
Los sueños de justicia de estudiantes y de los recién graduados en muchos casos se convierten en madrugonazos y trasnochos de vida, cuando el profesional del derecho sale a patear la calle y a dejar la suela de sus zapatos en órganos administrativos y tribunales, donde, por mas que se hayan producido cambios procesales, todavía los procedimientos son lentos y pueden ser influenciados por otros poderes públicos o por la corrupción de algunos funcionarios.
El nuevo profesional se ve obligado a quitarse la toga e inmediatamente debe adquirir conocimientos extra-académicos y de astucia para sobrevivir en los laberintos de la justicia criolla. El trajín frente a las nuevas taquillas de recepción de documentos y la prohibición de contacto alguno con los funcionarios del tribunal, hasta para impulsar un solo acto de mero trámite, a veces hacen estrellar al más animado recién graduado y plantearse convertirse en comerciante o hasta taxista, actividades también dignas, pero que le hacen desperdiciar todo ese tiempo de estudios jurídicos.
Tenemos nuevos elementos dentro de las consideraciones del ejercicio de nuestra profesión como lo son, los debates político-jurídicos, es decir, política versus nuestro derecho positivo, así como la motivación de decisiones con base a los cambios jurídicos y aplicación de nuevos principios generales de un «nuevo marco político», que ni siquiera existe en la Constitución Nacional. Estos nuevos elementos son incorporados reiterada e ilegalmente en la aprobación de códigos, leyes, decretos, reglamentos, providencias y resoluciones. La polarización política y las lucha de tendencias tambalean constantemente la balanza de la justicia, aunque no se nos haya advertido de esto en la facultad, porque lo de nosotros era el Derecho y no la política, pero que lejos estábamos de percibir lo que se venía gestando desde los años sesenta vía la Cuba de Fidel para cambiar nuestro marco legal.
La justicia suprema de nuestro país debería ser el ejemplo y guía, pero nos encontramos con algunos magistrados que se pronuncian políticamente cual activista y que tienen además el tupé de gritar consignas en actos judiciales. Tampoco muchos supremos magistrados dan ejemplo de conducta, pasando muchas veces de la toga a prófugos, detentando Venezuela este record pernicioso. Los nuevos profesionales pensarán entonces que ese es el modelo a seguir y que así son las cosas en esta república. Las injerencias del poder judicial en los asuntos gremiales mantienen en suspenso la designación de nuevas autoridades del Colegio de Abogados de la capital y esto es un mensaje claro de que no se tiene interés de que nos unamos y de que no nos atrevamos a usar nuestra inteligencia personal y colectiva para generar el país que sea ejemplo de justicia individual y social.
Nuestra web registra especialistas del centro, oriente, occidente y sur de Venezuela y de todas las especialidades. ¿Quieres ayudar a la construcción de un sistema judicial independiente y de verdadera justicia?. ¡Jamás te des por vencido! La política siempre ha tratado de controlar a la justicia, debemos cambiar esto.
Anímate ERES ABOGADO, no te dejes quitar tu título, la moral, ni tu IMPETU, porque para estudiar derecho es lo primero que tenemos todos.
SOMOS ABOGADOS, SOMOS DERECHO.
Feliz Día del Abogado 2012
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