Pringles, por: BenSpark

Las Pringles son papas fritas por sentencia judicial

El curioso fallo fue dictado por la Corte de Apelaciones del Reino Unido

El juez Robin Jacob no le dio la razón a la Proter & Gamble, empresa fabricante del producto, que argumentaba que las hojuelas eran más similares a una “galleta”.

Diana Lozano Perafán

Las Pringles, hojuelas crujientes que se comercializan en envases cilíndricos de colores vivos, fueron declaradas papas fritas mediante sentencia judicial dictada por la Corte de Apelaciones británica el miércoles 20 de mayo.

Con este fallo las papitas mundialmente vendidas volvieron a formar parte de la familia de las papas, rubro del que habían salido desde el año pasado cuando el Tribunal Supremo de ese país había sentenciado que no eran papas fritas.

La particular controversia legal surgió luego de que la Proter & Gamble, empresa fabricante del producto, acudiera a los juzgados londinenses para que la justicia se pronunciara sobre la naturaleza de las Pringles.

El pleito judicial no se generó por el hecho de que algún competidor colocara en el mercado unas papitas similares que llevaran a los consumidores a confundirse a la hora de agarrar el colorido cilindro de los anaqueles de los supermercados. No, el asunto era de naturaleza tributaria.

La Procter & Gamble llegó a alegar en juicio que las Pringles era más similares a un “pastelillo” o a una “galleta” (aunque no se explicó desde cuál ángulo había que verlas para poder tener esa percepción), con el objetivo de desligarlas de las papas fritas, producto que en el Reino Unido debe pagar 17% por concepto de impuesto al valor agregado.

De acuerdo con la información dada a conocer por la BBC, en la primera sentencia, que le había ahorrado a la multinacional unos cuantos miles de millones de libras esterlinas, el juez había fundamentado su decisión en que las hojuelas llevadas al estrado tenían un color uniforme y una forma regular, lo que las distanciaba de las papas naturales. Además, el tribunal argumentó que sólo tenían 42% de papa en su contenido, que su sabor no era natural y que, de paso, se derretían en la boca. Mal podría venir de un tubérculo un producto con tales características.

Sin embargo, el juez de apelaciones parece haber tenido un paladar más agudo que su colega anterior. El magistrado Robin Jacob falló esta semana a favor de las papas y del Servicio de Aduanas e Impuestos del Reino Unido (HRMC, por sus siglas en inglés)

Ahora sí, el organismo recaudador británico tendrá la “papa pelada” para obligar a la Proter & Gamble a pagar unos 100 millones de libras esterlinas por razón de impuestos atrasados, que según ellos la empresa adeuda.

Y es que muy a pesar de los alegatos del representante legal de  la fabricante, Roderick Cordara -quien argumentó que las papas fritas se elaboran a partir de papas naturales y se empaquetan en bolsas, a diferencia de las Pringles que se hacen a partir de una masa y se comercializan en cilindros-, Jacob sentenció que las hojuelas tenían suficiente cantidad de papa en su contenido y que por sentencia eran declaras papas fritas.