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Washington – Para finales de 2011, Estados Unidos habrá invertido 70 millones de dólares en los últimos años en fomentar la libertad de Internet en todo el mundo.
Este financiamiento ha incluido inversiones en tecnologías que ayudan a la gente a eludir estrictos cortafuegos. También ha incluido la capacitación de activistas en nuevos métodos de programación y ayuda para que comprendan los riesgos a los que están expuestos.
«La gente ejerce sus derechos humanos en Internet, y nos hemos hecho más conscientes de las distintas formas en las que los regímenes represivos utilizan la tecnología para limitar y castigar a las personas que ejercen esos derechos», declaró un alto funcionario del Departamento de Estado, que pidió que no se le identificara.
En declaraciones a la prensa el 15 de junio en Washington, el funcionario dijo que la administración Obama ha convertido en prioridad la libertad en Internet. Los principios universales de derechos humanos protegen la libertad de reunión, la disensión pacífica y la capacidad de decir lo que se piensa, según dijo el funcionario, y cada país tiene la obligación de respetarlos.
«Sospecho que hay gobiernos que desearían que no estuviésemos invirtiendo en estas cosas», dijo el funcionario. Pero los gobiernos que respetan los derechos de sus ciudadanos «no tienen nada que temer de la libertad de expresión» o de la libertad en Internet, dijo el funcionario.
Al mismo tiempo, aquellos que se esfuerzan por socavar la libertad en Internet a través de tácticas como cortafuegos, censura y apagones de redes están perdiendo la batalla.
«La aparición de estas tecnologías de comunicación modernas significa que ya no se puede esconder nada debajo la alfombra. […] Y eso es algo que los gobiernos tienen que tener en cuenta», dijo el funcionario.
El Departamento de Estado apoya más de 12 tipos de tecnología de elusión que ayuda a la gente a sortear los cortafuegos, y ha empleado a lo que el funcionario describió como servicio de «tecnología sin fronteras» para desarrollar nuevos programas y «responder a los retos actuales de personas que tratan de llamar la atención a los problemas de su sociedad y dar voz a su propio futuro».
«Una de nuestras tareas es tener en cuenta una perspectiva más amplia, mantener el enfoque en las personas, seguir respondiendo a la gente que trabaja sobre el terreno y mantenernos a la vanguardia en lo que se refiere a las innovaciones de métodos represivos, de manera que podamos al mismo tiempo ayudar a la gente a ser innovadora en su expresión», explicó el funcionario.
La financiación ha respaldado la capacitación de más de 5.000 activistas digitales, activistas de la democracia y defensores de derechos humanos en todo el mundo que ahora distribuyen esa tecnología y los conocimientos adquiridos a sus compañeros.
La capacitación también les ayuda a «entender exactamente cuáles son los riesgos que persisten y los riesgos que se pueden abordar», según dijo el funcionario, entre estos la detección de virus y de software que captura todo lo que uno escribe utilizando el teclado.
Esta iniciativa del Departamento de Estado ha trasladado gran parte de su enfoque a la tecnología móvil, debido a la altísima penetración de los teléfonos móviles y los mensajes de texto en todo el mundo, a diferencia de la relativa falta de servicios de Internet. Sin embargo, muchos de los que utilizan esta tecnología no son conscientes de los riesgos que afrontan cuando envían mensajes de textos, dijo el funcionario.
«Existía el mito de que si uno envía [un mensaje de texto], es seguro y nadie puede seguirle la pista a uno, pero si envía un correo electrónico, eso puede ser objeto de vigilancia. Y eso no es cierto», declaró el funcionario.
«Algunas de las actividades que financiamos son comunicaciones que hagan más seguras las comunicaciones móviles, para que la gente pueda enviar mensajes de texto o hacer otras cosas, porque […] no están sentados frente a su computadora. Pero tampoco tienen necesariamente la información correcta acerca de cómo utilizar estas herramientas de forma segura».
El funcionario señaló que cuando la gente puede expresarse libremente, suele hablar sobre el tipo de sociedad en el que desean vivir y cómo piensan que su país debe ser gobernado.
«Nuestro objetivo es garantizar que estamos haciendo todo lo posible para amplificar esas voces y crear un espacio para la libre expresión y la libertad de asociación y reunión en Internet, independientemente del grupo que sea», dijo el funcionario.
Texto: Por Stephen Kaufman