El concepto de “moneda de cuenta” se refiere a la unidad de medida que se utiliza para expresar el valor de los bienes, servicios, deudas o contratos, sin que necesariamente se trate de una moneda física o utilizada en transacciones cotidianas. Es decir, es una referencia monetaria empleada para llevar registros contables y realizar valoraciones, aunque los pagos reales no se efectúen en esa moneda.
Por ejemplo, en un contrato internacional, una empresa puede acordar precios en dólares estadounidenses, aunque la moneda de pago sea otra. En este caso, el dólar actúa como “moneda de cuenta”. La “moneda de cuenta” se usa frecuentemente en economías con alta inflación o inestabilidad monetaria para mantener claridad y estabilidad en los contratos o balances financieros.