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Abogados Latinoamérica, Noticias legales Editado por Raymond Orta Martinez

Próximo presidente podría dar más forma a la judicatura

septiembre 20, 2008

America.gov

Próximo presidente podría dar más forma a judicatura la de EE.UU. que predecesores

(Posibles jubilaciones y nuevos nombramientos incrementan cambio de equilibrio)  

Washington – El poder para hacer nombramientos judiciales con que cuenta un funcionario elegido -especialmente en lo que se refiere al Tribunal Supremo- es un factor que muchos votantes consideran cuando van a las urnas.

El próximo presidente de Estados Unidos hará probablemente uno o dos nombramientos vitalicios de miembros del Tribunal Supremo, el nivel más alto de la tercera rama del gobierno, de igual rango que la ejecutiva y la legislativa. Las decisiones del Tribunal Supremo son la autoridad final en asuntos contenciosos, ya sea de naturaleza común o revolucionaria.

El 4 de septiembre, en la Insitución Brookings de Washington, varios analistas judiciales especularon que, más que en años anteriores, un presidente John McCain o un presidente Barack Obama asumirá su cargo en un momento de jubiliaciones inminentes y vacantes recién creadas que podrían ampliar su efecto en la judicatura federal más allá del que ejercieron sus predecesores.

Benjamin Wittes, director de investigaciones de Brookings, dijo que a nivel del Tribunal Supremo el cuerpo de nueve miembros se divide aproximadamente entre cuatro jueces liberales y cuatro conservadores, con el juez Anthony Kennedy en el centro como punto sobre el que gira la palanca.

Pero, debido a que muchos de los jueces más viejos tienden a ser liberales, advirtió que un presidente McCain podría mover el tribunal decisivamente hacia la derecha. A su vez, un presidente Obama podría reforzar el lado liberal con jueces más jóvenes.

Los tribunales federales afectan las vidas de los estadounidenses comunes y corrientes con dictámenes en asuntos tan contenciosos como la discriminación en el empleo, la seguridad en el lugar de trabajo, la protección del medio ambiente, el aborto y la modificación de los distritos electorales.

EL TRIBUNAL DE APELACIONES DE ESTADOS UNIDOS

El Tribunal Supremo es el tribunal más alto de la nación, y recibe cada año más de 7.000 peticiones, pero generalmente acepta oír cien o menos. La vasta mayoría de los casos que pasan por el proceso de apelaciones los deciden a un nivel inferior el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos, compuesto por 179 jueces en 13 circuitos en todo Estados Unidos. Todos esos jueces son nombrados por el presidente.

"Colectivamente, a nivel de los tribunales inferiores e individualmente a nivel del Tribunal Supremo, aquellos jueces nombrados, de modo incremental y, en ocasiones, radicalmente, afectan la orientación de la ley", dijo Wittes. Pero la preocupación de los votantes no debería ser exagerada. "La judicatura federal tiene mucho más de continuidad que de cambio súbito".

Los tribunales de apelaciones son los árbitros finales de la mayoría de los casos federales, y el equilibrio cambiará bajo el presidente Obama o el presidente McCain. Examinando de cerca los circuitos que componen el Tribunal de Apelaciones, Russell Wheeler, miembro visitante de Brookings, presentó datos sobre los nombramientos hechos por los presidentes George H.W.Bush, Bill Clinton y George W. Bush, y demostró cómo el presidente Clinton redujo la representación de nombramientos republicanos en el tribunal de 64 por ciento en 1993 a 41 por ciento en 2001, y aumentó la proporción de nombramientos demócratas del 21 al 44 por ciento en el mismo periodo. En ambos casos, el 16 por ciento remanente consistió en vacantes que no se llenaron.

En sus ocho años como presidente, George W. Bush no ha podido cambiar los tribunales de apelaciones tan radicalmente como lo hizo Clinton. A septiembre del 2008 el 56 por ciento de los jueces de los tribunales de apelaciones habían sido nombrados por presidentes republicanos, y el 36 por ciento por presidentes demócratas.

La explicación, dijo Wheeler, no es la obstrucción congresional; tanto Clinton como Bush tienen idéntica tasa de confirmación (73 por ciento) de los nombramientos que hicieron. En cambio, una combinación de jubilaciones y la creación de nuevos cargos de jueces durante la presidencia de Clinton permitieron que un presidente demócrata cambiara el equilibrio más radicalmente.

"De modo que lo que esto sugiere es que hay en juego factores estructurales… en la judicatura federal que influyen en cuánto el impacto puede ejercer un presidente para cambiar el aspecto de los tribunales de apelaciones", añadió.

ES POSIBLE UN CAMBIO SUBSTANCIAL

Mirando hacia el futuro, Wheeler opina que el presidente McCain o el presidente Obama estarán en condiciones de cambiar el equilibrio aun más que antes.

"En general, McCain podría aumentar hasta un 74 por ciento – una mayoría muy ponderosa — la cantidad de nombramientos republicanos. Si gana Obama… podría reducir el número de nombramientos republicanos de 56 a 42 por ciento y crear un 58 por ciento de nombramientos demócratas. De modo que hay aquí un gran cambio, dependiendo de quien gane", afirmó.

Wheeler predice que, en la próxima administración, por lo menos la mitad de los jueces que actualmente tienen derecho al retiro ahora o en el 2011 decidirán hacerlo, el Congreso aprobará legislación para crear 14 nuevos cargos de jueces, y el presidente llenará todas las vacantes judiciales.

Añadió que una victoria de McCain crearía una mayoría judicial de nombramientos republicanos en todos los trece circuitos del Tribunal de Apelaciones Federal, en tanto que Obama crearía una mayoría demócrata en ocho circuitos, dejando tres con mayoría republicana y los dos restantes divididos en partes iguales.

"Con excepción del Tribunal Supremo, podría decirse que esta elección cambiaría las cosas en términos de la composición de los tribunales de apelaciones, teniendo en cuenta los jueces nombrados por presidentes de los dos diferentes partidos", dijo Wheeler.

Para que esa posibilidad no les quite el sueño a los votantes de ambos lados, advirtió que el efecto práctico de que la judicatura sea dominada por uno u otro partido es menor que lo que muchos podrían presumir, dada la naturaleza de la mayoría de los casos.

"La lista de casos pendientes en los tribunales de apelaciones es, en muchos sentidos, bastante común; la ley es muy clara y es sólo cuestión de encontrarla y anunciarla", dijo.

Texto: Stephen Kaufman

Fuente: America.gov