Testamento de Napoleon Bonaparte

Hoy 15 de Abril de 1821 en Loongwood, isla de Santa Helena.

Este es mi testamento o acta de mi última voluntad.

1. Muero en la religión apostólica y romana, en cuyo seno nací hace mas de cincuenta años.

2. Deseo que mis cenizas descansen en las orillas del Sena, en medio del pueblo francés al que tanto he amado.

3. No habiéndome dado mi cara esposa Maria Luisa mas que motivos de aprecio le conservo hasta la última hora el mas tierno cariño, y le ruego que vigile solícitamente para preservar a mi hijo delas asechanzas de que se ve amenazada su tierna edad.

4. Recomiendo a mi hijo que no olvide nunca que nació príncipe francés, y que no consienta ser instrumento de los triunviros que oprimen a los pueblos de Europa. Su obligación es no tomar jamás las armas contra Francia ni causarla el menor perjuicio, debiendo adoptar mi divisa: Todo para el pueblo francés.

5. Muero prematuramente asesinado por la oligarquía inglesa y su sicario: el pueblo inglés no tardará en vengarme.

6. El fin desgraciado de las dos invasiones que ha sufrido Francia, cuando le quedaban tantos recursos, se debe a la traición de Marmont, Augereau y Lafayette. A todos perdono, y ¡ojalá pueda la posteridad francesa perdonarlos asimismo!!

7. Doy gracias a mi buena y muy excelente madre, al cardenal (Fesch) a mis hermanos José, Luciano, Jerónimo, Pailina, Carolina, Julia, Hortensia, Catalina, Eugenio, por el interés y afecto que me han conservado. Perdono a Luis por el liberlo que publicó en 1820 lleno de falsedades y de documentos adulterados.

Desmiento el manuscrito de Santa Helena y otras obras que con los títulos de Máximas, Sentencias, etc. se han divertido en publicar de seis años a esta parte porque de ningún modo son las reglas que han dirigido mi conducta. Mandé prender y procesar al Duque de Enghien, por ser necesario para la seguridad, el interés y el honor del pueblo francés, cuando el conde de Artois tenía asalariados en París, por confesión suya, sesenta asesinos. Si volviese a hallarme en iguales circunstancias haría lo mismo…

El triunfo de mis ejércitos será el triunfo del talento del bien sobre el mal; de la moderación, el orden y la moral sobre la guerra civil, la anarquía y las pasiones malsanas.5 de Diciembre de 1809