EE.UU. insta a la acción internacional para erradicar el trabajo infantil

Washington – El Departamento de Trabajo de Estados Unidos ha puesto de relieve el problema mundial de la explotación laboral infantil y ha ofrecido estrategias para afrontarlo.

Tres informes sobre prácticas internacionales de trabajo infantil recién publicados por la Oficina de Asuntos Laborales Internacionales del Departamento de Trabajo subrayan los ámbitos donde los gobiernos necesitan tomar medidas, así como los artículos que son productos de mano de obra infantil o trabajos forzados. La secretaria de Trabajo, Hilda Solís, pidió a gobiernos de todo el mundo que tomen medidas urgentes y eficaces para erradicar las prácticas de trabajo infantil en sus países.

En declaraciones ante la prensa en Washington el 15 de diciembre, y acompañada por el senador Tom Harkin, que por mucho tiempo ha objetado contra las prácticas de trabajo infantil, Solís declaró que la comunidad internacional tiene que comprometerse colectivamente a tomar medidas que pongan fin al sufrimiento de lo que se calcula son 115 millones de niños trabajadores en todo el mundo.

«Nadie tiene el derecho de amenazar la salud, educación y bienestar de menores de edad al obligarles a realizar trabajo ilícito o poco apropiado. Ninguna familia debe tener que depender del trabajo de sus hijos para poner comida en la mesa, y ninguna persona ha de ser forzada a trabajar en cautiverio», indicó Solís.

Los informes, que siguen el modelo del informe anual del Departamento de Estado sobre derechos humanos, destacan las prácticas de trabajo infantil en distintos países y la respuesta de los respectivos gobiernos. Uno de los informes incluye el primer conjunto de medidas que se proponen a los países, así como leyes, cumplimiento, políticas y programas sociales que pueden utilizar para encarar las peores modalidades de trabajo infantil.

Un segundo informe contiene una lista actualizada de los artículos producidos por mano de obra infantil o trabajo forzado. «El informe de este año incluye seis artículos nuevos de doce países nuevos, lo cual supone un total de 128 artículos provenientes de 70 países. Se trata de artículos acerca de los cuales el Departamento de Trabajo tiene motivos para considerar que son el resultado de trabajos forzados o mano de obra infantil, lo cual contraviene las normas laborales internacionales», explicó Solís.

Estados Unidos ha reconocido que existe trabajo infantil dentro de sus propias fronteras, por lo que la Secretaria indicó que ha estado trabajando para intensificar las iniciativas nacionales de cumplimiento [de las normas]. «El Departamento ha contratado a más de 350 investigadores de campo nuevos, ha emitido reglamentos que impiden que trabajadores jóvenes desempeñen trabajos peligrosos no agrícolas, y ha instituido una estructura de multas más estricta para empleadores de los que se descubra que han contratado ilegalmente a niños trabajadores», agregó Solís.

En 2010, el Departamento de Trabajo destinó 60 millones de dólares a programas que afrontan la explotación laboral infantil en todo el mundo, de los cuales 40 millones se destinaron a apoyar las actividades de la Organización Internacional del Trabajo dirigidas a eliminar las prácticas laborales infantiles en 12 países específicos.

«Estamos colaborando con gobiernos, con el sector privado y con la sociedad civil para combatir la explotación laboral infantil en la agricultura, lo que incluye al sector del cacao en el oeste de África, el sector de camarones y mariscos en Tailandia y el sector de la minería y explotación de canteras en el oeste de África, así como proyectos en Bolivia y El Salvador», señaló Solís.

Solís también informó que, por primera vez, el Departamento de Trabajo pudo retirar un país de su listado de países donde existe trabajo infantil forzado, e indicó que el gobierno brasileño había eliminado la práctica de los niños que trabajan en las minas de carbón.

El senador Harkin declaró por su parte que los informes del Departamento de Trabajo eran «una herramienta de valor incalculable» dirigida a revelar y eliminar las peores modalidades de trabajo infantil.

«Permítanme aclarar lo que queremos decir cuando decimos las peores modalidades de trabajo infantil. No se trata del hijo o la hija que presta ayuda en la granja de su familia. No se trata del niño que trabaja después de regresar de la escuela», explicó Harkin.

«Nos referimos a los niños a los que obliga a trabajar y a los que se niega la oportunidad de ir a la escuela. Estos niños trabajan largas horas por poca o ninguna retribución. Son explotados para las ganancias económicas de los demás».

La explotación de siquiera un niño nos merma a todos, agregó.

«Un país no puede alcanzar la prosperidad con el trabajo de sus niños. El único camino hacia la verdadera prosperidad se logra al desarrollar el intelecto de nuestros hijos», manifestó Harkin.

Redactor: Stephen Kaufman
Fuente: America.gov