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Runrúnes legales de Nelson Bocaranda

FAUX PAS. Soy amigo y aprecio desde hace más de 40 años al colega Martín Pacheco. Tras otros empleos con el gobierno, últimamente en la cancillería como cónsul en Boston  y Curazao,  desde 2011 se convirtió en «Asesor de Prensa y Comunicaciones» de la presidenta del TSJ, Luisa Estella Morales Lamuño. Son muchas las oportunidades en las que Morales ha hablado a través del programa de Martín entre 4 y 6pm por 90.3 FM. Exclusiva  y tubazo permanente dado ese acceso privilegiado con la Morales.

Anteayer, Pacheco cometió un «faux pas» pues, por jugar adelantado, confiado en lo que la propia magistrada le había dado en sus manos que sería la «sentencia contra el presidente de Banesco y otros bancos prohibiéndoles la salida del país por el caso de los créditos indexados», puso en evidencia que la justicia venezolana se maneja como la han descrito dos «magistrados cantantes» Aponte Aponte y Velásquez Alvaray. Su tubazo sirvió para demostrarlo. Lamentable para los rojos pero beneficiosa para la justicia cierta. Suerte que la Fiscal 15, aunque sin mucha preparación, al menos fue honesta al reconocer sus errores. Martín había estado en el TSJ reunido con la presidenta en su despacho y después de comenzar la audiencia se fue a la radio contando con que esa sentencia sería un hecho. Nunca había fallado en un tubazo del Tribunal Supremo desde que era asesor. La audiencia comenzó 3 y media horas más tarde de lo previsto. Allí se notó la entrada abrupta-como tal fue su salida- del gobernador de Portuguesa Wilmar Castro Soteldo quien pasó directo al despacho privado de los siete magistrados y tras 15 minutos se retiró. En medio de la audiencia la presidenta recibió una llamada en su celular que retumbó en la sala por el micrófono abierto de la mesa. Se colocó los anteojos para ver el numero desde donde la llamaban y tras asegurarse que era conocido atendió y habló apenas un minuto con signos corporales de afirmación. Ella y la fiscal encargada debieron «achicopalarse» ante la batería de juristas que defendían a los banqueros, pues esos abogados jugaron en equipo y ninguno robó protagonismo. Todos eran «grandes ligas» y estaban dispuestos a argumentar esas defensas en una audiencia que ya había sido convocada y a la vez suspendida el 15 de marzo. Se vio en aquella fecha, igual que en la de anteayer, que el objetivo era un solo banco y su presidente (¿Banesco acaso?) pues la convocatoria fue hecha a días de haberse celebrado el evento Palabras para Venezuela con los ex presidentes de los gobiernos de Brasil, Chile y España, donde examinaron la realidad de la democracia global y en específico la iberoamericana. La Fiscal que seguía un librito al caletre para preguntar y contestar no supo que decir, honestamente hecho, ante la pregunta de si sabía o no el paradero de los banqueros. Por ello no se tomó ninguna decisión y se levanto la audiencia hasta otro momento. Pacheco comenzó su espacio radial y pensando que ya estaba tomada la decisión pidió llamar a la magistrada presidenta para que la anunciara ella misma. Como le dijeron que aún seguía en audiencia se atrevió a leer la decisión que «prohibía la salida del país a los banqueros allí mencionados». La prueba de que era la entregada a él en el TSJ era que contenía los mismos errores de nombres que contenía el acta original en la audiencia. El martes no se decidió nada  ante la falta de argumentos de la fiscal y la Morales Lamuño. ¿Por cuánto tiempo? Ayer Pacheco asumió su responsabilidad y señaló que la información que él había transmitido no era cierta. Se retractó con humildad. Muy bien por él…
Fuente runrún.es